El giro de 180 grados que se avecina en las pensiones en 2025 parece ser la gota que colma el vaso para los jubilados.
En los últimos años, hemos visto cómo el sistema de pensiones ha sufrido cambios significativos y preocupantes.
Desde las reformas de 2011 y 2013, que aumentaron la edad de jubilación y recortaron el cálculo de las pensiones, hasta la entrada en vigor del factor de sostenibilidad que limitará la subida de las mismas a partir de 2023.
¿En qué consiste este giro de 180 grados en las pensiones en 2025?
El Gobierno ha anunciado recientemente que, a partir de 2025, las pensiones se actualizarán en base al IPC real solo si hay superávit en la Seguridad Social.
De lo contrario, se limitará la subida al 0,25%, es decir, lo mínimo establecido por ley. Esta medida afectaría a más de 10 millones de pensionistas, que verían cómo su poder adquisitivo se deteriora año tras año.
Este cambio ha generado una gran inquietud y descontento entre los jubilados, que ven peligrar su calidad de vida y su capacidad para hacer frente a los gastos básicos.
Además, para muchos de ellos, la pensión es su única fuente de ingresos, por lo que cualquier recorte o limitación de la misma supone un duro golpe.
Pero, ¿por qué se ha tomado esta decisión? El Gobierno argumenta que la medida es necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, y que solo se aplicará en caso de déficit en la Seguridad Social.
Sin embargo, muchos expertos y organizaciones critican esta medida, ya que consideran que no se ha tenido en cuenta el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población, factores que afectan directamente a la sostenibilidad del sistema.
Ante este panorama, las pensiones en 2025 de los jubilados se encuentran en una situación de incertidumbre y preocupación sobre su futuro económico.
Muchos de ellos se han visto obligados a buscar alternativas para complementar sus ingresos, como seguir trabajando después de la jubilación o recurrir al ahorro y al patrimonio que han acumulado durante su vida laboral.
Venta de Nuda propiedad alternativa que gana fuerza en los jubilados
Una de las opciones que está ganando fuerza es la venta de nuda propiedad.
Este modelo consiste en vender una propiedad a un inversor a cambio de una renta vitalicia.
El vendedor puede seguir viviendo en la propiedad hasta su fallecimiento, pero el comprador adquiere el usufructo de la misma.
Esta opción permite al jubilado obtener una fuente de ingresos adicional, mientras mantiene su residencia y la tranquilidad de que no será desalojado.
Otra opción es la de seguir trabajando después de la jubilación. Aunque esto puede no ser posible para algunas personas, aquellos que cuentan con una buena salud y están dispuestos a seguir activos, pueden encontrar trabajos flexibles y acordes a su edad que les permitan obtener un ingreso extra.
En definitiva, el giro de 180 grados en las pensiones a partir de 2025 supone un gran desafío para los jubilados, que se ven obligados a buscar alternativas para mantener su nivel de vida.
Es importante que el gobierno estudie y plantee medidas que garanticen pensiones en 2025 dignas para todos los ciudadanos, y que no recaiga el peso únicamente en los jubilados, que ya han trabajado y aportado al sistema durante toda su vida.
