La nuda propiedad de una vivienda es un término del ámbito inmobiliario para referirse al derecho de propiedad que no incluye el pleno disfrute del inmueble.
En otras palabras, es la titularidad de una propiedad sin el derecho de uso, usufructo o disfrute de la misma.
Un concepto que proviene del derecho romano, donde «nuda» significa «desnuda» o «sin adornos», y se refiere a que el dueño de la propiedad solo posee los aspectos materiales de la misma, pero no los derechos y facultades sobre su uso.
Generalmente, la nuda propiedad surge como resultado de la separación de los derechos de propiedad y de usufructo, lo que se conoce como nuda propiedad y usufructo.
Y en este caso, el propietario conserva la nuda propiedad mientras que otra persona, conocida como usufructuario, adquiere el derecho de uso y disfrute de la vivienda.
De hecho, esta figura es considerada como una forma de desmembrar la propiedad, es decir, dividir los derechos sobre la misma en distintas personas.
Normalmente se establece mediante un contrato o un acto jurídico en el que se establecen los términos y condiciones bajo los cuales se cede la usufructo a otra parte.
Pero, en algunos casos, la separación de los derechos es temporal, lo que significa que una vez cumplido el plazo establecido, la nuda propiedad y el usufructo se vuelven a unir.
Razones para optar por la Nuda propiedad de una vivienda
Existen diversas razones por las cuales se puede optar por la nuda propiedad de una vivienda. En primer lugar, es una forma de proteger el patrimonio de un propietario.
Ya que en caso de que la vivienda sea utilizada por un usufructuario, esta no puede ser objeto de embargos o deudas que tenga el usufructuario.
Además, en algunos casos, es utilizada como estrategia de planificación fiscal para reducir impuestos.
Por otra parte, es común que los padres utilicen la nuda propiedad como una forma de transmitir su patrimonio y herencia a sus hijos.
En este caso, los padres mantienen la nuda propiedad de la vivienda mientras que los hijos adquieren el usufructo, permitiéndoles vivir en la casa mientras sus padres están vivos.
De esta manera, la casa pasa a ser propiedad de los hijos una vez fallecidos los padres, evitando conflictos o gastos adicionales en trámites de herencias.
Responsabilidades y obligaciones
Y en cuanto a las responsabilidades, el propietario de la nuda propiedad es el encargado de pagar los impuestos y gastos asociados a la propiedad.
También, de realizar las reparaciones y mantenimiento necesarios.
Mientras tanto, el usufructuario tiene la obligación de utilizar la vivienda de manera adecuada y de mantenerla en buen estado.
Por ello, es importante mencionar que, en caso de venta del inmueble, el propietario de la nuda propiedad conserva su derecho sobre una parte del valor de venta,.
Mientras que el usufructuario recibe una parte proporcional correspondiente al usufructo que poseía en ese momento.
Resumiendo, la nuda propiedad de una vivienda es un concepto que representa la titularidad de una propiedad sin el derecho de uso o disfrute de la misma.
Se utiliza principalmente como una forma de proteger el patrimonio o para planificación fiscal, y puede ser cedida a otra persona mediante un contrato o acto jurídico. Siendo una figura muy común en casos de transmisión del patrimonio familiar.